Jugar con un Pj inspirado siempre por intenciones benéficas es siempre un poco difícil, pues ofrece menos posibilidades que un Pj neutral o maléfico. En Magna Veritas, estos defectos están compensados por un mayor poder de los Angeles en relación con los Demonios. Sus poderes son ligeramente más fuertes pero es sobretodo la ayuda que pueden obtener de sus servidores y/o superiores lo que marca su ventaja. Es raro que los integrantes de las Fuerzas del Bien traicionen a los suyos. Además, hay más seres humanos dispuestos a ayudar al Bien que al Mal. Todo el sistema religioso, policial, militar y jurídico está más o menos controlado por el ejército del Señor, y los Pj raramente tendrán problemas con las autoridades (lo cual no es el caso de los demonios). Evidentemente, siempre hay la posibilidad de meter la pata y tener un conflicto con los superiores. Seguir los siguientes preceptos ayudará a evitarlo:
1. Sirve al Señor por encima de todas las cosas
Vive para obedecer las órdenes que te den. Persigue sin tregua a los enemigos de Dios. Ayuda a tus camaradas en caso de necesidad. No vaciles en dar tu vida por la Causa Divina
2. Sirve a tu superior directo por encima de todas las cosas
Eres los ojos, manos y orejas de tu superior. No puede estar en todas partes, tú y tus compañeros si. Debe saberlo todo, controlarlo todo.
3. Ayuda a los humanos en apuros
La principal misión de las Fuerzas del Bien es ayudar a los seres humanos a vivir en Paz. Ningún inocente debe morir sin motivo. No obstante, conviene no olvidar que a veces hay que matar diez personas para salvar mil.
4. Destruye sin piedad a las fuerzas del Mal
Aunque el Mal no sea más que una semilla en un ser humano, es necesario destruirlo o curarlo. La curación es muy rara, normalmente hay que recurrir a la destrucción. En lo que respecta a los Demonios, no hay curación. Su crimen es el Mal. Su sentencia la Muerte.
5. Predica la Palabra
Todos los humanos deben conocer el Mensaje de Paz de Nuestro Señor. El es bueno y todos deben saberlo. El les protege y los humanos no deben ignorarlo. Las Fuerzas del Mal están en todas partes, pero la humanidad no debe tener miedo por ello, ya que el Divino impedirá su destrucción y caida.